Mi querida abuela




Novela de Horror
Escrita por Dr. Hell

Cuenta la historia de un hombre que al paso del tiempo comienza a recordar experiencias sumamente aterradoras a las cuales tuvo que enfrentar en su niñez .

No te la pierdas y da un vistazo a esta primera entrega .
                                  
                     
                                                                                  Mi querida abuela
                                         Cap. 1

Buscando en mi viejo ático encontré tantos recuerdos de mi infancia juguetes, libros de colorear, peluches y mi diario; desde pequeño, siempre me ha gustado plasmar mi vida en un diario, a modo de que, cuando lo lea pueda redescubrir viejas historias fantásticas a lo largo de mi vida para contar después pero lo que te voy a contar me paso aquel verano, desearía nunca haberlo vivido.
 
Mi nombre es Henry, en aquel entonces tenía 11 años, me divertía jugando con mis soldados de juguete o imaginando cuentos fantásticos en los que yo era el protagonista. Mi familia constaba de tres, mi madre, que era una mujer muy ocupada trabajando casi sin descanso para poder pagar los gastos de la casa, casi no la veía; mi padre, que había muerto hace ya 5 años en aquel entonces en un accidente de auto rumbo a casa, de regreso de la casa de la abuela y por último, Katy, mi gatita color negro, muy tierna.
 
Todos los días tomaba el autobús de regreso de la escuela, Katy me recibía enredándose entre mis pies y  la señora Hilberth, quien era mi vieja vecina, venía a casa y pasaba toda la tarde conmigo mientras mi madre llegaba. Veíamos televisión, jugábamos con mis juguetes, me contaba historias y a veces los viernes horneaba galletas para después de la cena. El verano estaba cerca y lo ansiaba, pues mi mamá había prometido ir de campamento conmigo y pasarla increíble.
 
Una noche escuché a mi mama hablar por teléfono con quien parecía su jefe, se oía muy feliz. Al día siguiente me llamó por teléfono diciendo que la acaban de subir de puesto, motivo por el cual debía trabajar en el verano; tuve una leve decepción por la noticia pero después me enteré que la señora Hilberth vendría a cuidarme y quien sabe, tal vez me llevaría a acampar.
 
Llego el verano y con la  mala noticia de que la señora Hilberth fue internada en un hospital por la diabetes que la aquejaba desde años atrás, estaba delicada; mi mamá tuvo la idea de llevarme con su madre, la cual cuidaría de mí en aquel verano. No tenía muchos recuerdos de ella, pero a mi padre nunca le agrado.
 
Aquel sábado, empaque mis cosas, las de Katy y subí al auto, le pedí a mi mamá visitar a la señora Hilberth en el hospital antes de irnos, después de todo ella siempre había sido mi amiga.
Ya en el hospital, mi mamá hablaba con el médico a cargo y yo me adelante a ver a mi única amiga—verla en cama con esa bata blanca me hacía sentir muy triste—tomé su mano y ella abrió los ojos para después sonreírme, me dijo lentamente que no llorara, me mostro la pulsera que yo le había hecho y asimismo le mostré la que ella hizo para mí y limpio mis lágrimas, de pronto su semblante cambio, me apretó la mano y me miró fijamente a los ojos, me dijo: “Henry, ella no es lo que dice ser, avanza y libérate de sus cadenas”, seguido de esto soltó mi mano y un sonido continuo se hizo presente, las enfermeras entraron rápidamente y mi madre me llevo afuera de la habitación, aun no comprendía lo que mi mejor amiga había dicho y que dormiría por siempre en esa cama…

Escrito por : Dr.Hell
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