El Akaname, un Yōkai (demonio) proveniente de la mitología Japonesa, es reconocido por su aterradora apariencia de híbrido de rana y humano, de melena enmarañada y pies de una sola garra, pero a pesar de su inquietante catadura, no se trata más que de un ser benévolo que visitaba los hogares del antiguo Japón para devorar la suciedad extrema de aquellos que se atrevían a ignorar o a no prestar la suficiente atención al aseo.
Este solamente salía cuando no había nadie cerca, se dice que con su gran lengua lamía la suciedad de los baños dejando escapar un sonido aterrador. Disfruta de alimentarse del moho,cabello, desechos humanos,escoria, etc.
Cuando llegaba el momento de retirarse dejaba un rastro de lodo que alertaba a los campesinos de su visita, los cuales le agradecían a razón de que podían estar tranquilos de no contagiarse de alguna enfermedad infecciosa.
En la actualidad es difícil ver uno ya que su hábitat natural son hogares de estructura del Japón antiguo.